hay esperanza, incluso en Haití.

Ayer fue nuestro último día de trabajo.
Desde que comenzó el día estábamos tristes, nadie quería pensar en que hoy regresamos a casa.
Al llevar a "Tent City" (Ciudad de carpas), vi muchas casitas de madera, construidas por ONGs, gente viviendo en ellas con su patio y sembrando maiz y otras cosas, en medio de tantas emociones fuertes, es agradable ver que hay esperanza, incluso en Haití.
Al llegar a la carpa/clínica (:)), había mucha, muchísima gente alrededor, e incluso mucha gente adentro de la carpa!! eso nos asustó, si en algún momento ellos llegaban a enojarse, no teníamos a dónde ir. Pero realmente las personas fueron muy pacientes y colaboradoras.
Atendimos mucha gente, pensamos que no íbamos a terminar nunca!, pero vimos los que más pudimos.
Al primer momento en la carpa vi una pequeña bebé en los brazos de su madre, me pareció que estaba muy delgada, y muy débil, pero estaba despierta y su madre la amamantaba.
La Doctora Deanna (Doktor Di) revisó la niña y estaba en un estado grave de desnutrición, tenía 4meses de edad pero era diminuta y no pesaba más de 2kg, y además tenía fiebre.
Fue muy difícil lograr un acceso venoso, pero con la gracia de Dios logramos iniciar antibiotico IV, darle un poco de líquidos, y se tomó todos los teteros que encontró a su paso. Incluso en algún momento trató de sonreir, Wideline se robó nuestro corazón.
Se podría pensar que su estado se debía a abandono o maltrato por su madre. Pero no es así. Su madre la amamantaba tantas veces como podía, y la bebé succionaba bien. El problema es que Simone (la mamá de Wideline) no tenía leche, porque no podía comer... porque era muy pobre. Wideline succionaba pero nunca recibía leche. Su amorosa y tierna madre no tenía nada para darle.
Wideline llevaba más de 4 días sin hacer pupu, cuando la pinchamos la primera vez ni siquiera lloro; pero en la primera hora después de haber tomado si tetero pudimos ver que por fin tenía pupu, y luego al volver al pincharla para darle sus medicinas gritó y peleó con fuerza. Wideline es valiente.
La limpiamos, le cambiamos su pañal, le pusimos una camiseta de bebé que le quedaba como un gran vestido amarillo, le dimos más tetero, y le dimos a Simone muchas bolsas con leche en polvo.
Hoy esperamos que Simone pueda traer a Wideline a la clínica aquí en Chambrún, dijo que vendría en moto, oramos por la seguridad de ambas.
Oramos por Wideline y Simone, que Dios las siga fortaleciendo para ser fuertes y valientes enfrentando una vida tan difícil y limitada.
Wideline tiene dedos largos y delgados. Va a ser alta y hermosa. Oro que Dios la use para tocar muchas vidas, así como tocó la nuestra y se robó nuestro corazón.


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